Aprendiendo desde las bases

Aprendiendo desde las bases

El pasado 1 de Septiembre se realizó una charla-diaporama  organizada por la rama de montaña de la Universidad de Chile, dictada por don Luis Latorre, “50 años de la Torre Norte de Cochrane”, una expedición en la cual también participaron Erling Villalobos y el hábil montañista  y formador Eduardo García. Posterior a este inolvidable viaje por el pasado del montañismo chileno, Luis Latorre deja algunos mensajes a los oyentes, un legado que intenta explicar por qué esta hermosa montaña de la región de Aysén, aún no ha vuelto a ser ascendida.

1.- “Siempre la marcha debe ser al ritmo del más lento, no del más rápido”.

Esto puede resultar hasta lógico, pero lo cierto es que no es lo que ocurre en la actualidad en nuestras montañas, es común encontrar cordadas extraviadas o dejadas botadas por sus amigos o parejas, quizás incentivados por los individualistas tiempos en los que nos encontramos donde el reconocimiento cibernético está por sobre el bienestar de nuestros compañeros o la hazaña deportiva en sí.

Este mensaje, además envuelve otras aristas, es bien sabido que el equipamiento técnico facilita las actividades de montaña, una vestimenta ligera y abrigada, un buen crampón ligero y agresivo al hielo, que mejora nuestra sujeción en terrenos resbaladizos, etcétera, pero que pasa con el amigo que me está acompañando que recién compro su equipo de esquí randone y no tiene pala, arva y sonda, o que pasa con ese mismo amigo que está aprendiendo,  que con esfuerzo logro comprar su equipo y ahora que estamos entrando a la primavera le exigimos  ¿y no te compraste las fijaciones de esquí con crampón?, ciertamente los materiales de montañismo, esquí y escalada son caros, son de gran ayuda, pero visto en el sentido contrario pasan a ser un filtro para escoger la correcta la actividad deportiva.

Ejercicio-Ejemplo:

Fin de semana en la Laguna del Maule, pronostico del clima despejado con viento hasta 80 km/hr. En el lugar no ha nevado hace 2 semanas, por tanto hace suponer que no hay peligro de avalanchas, sin embargo el viento permanente en la zona puede transportar grandes cantidades de nieve, generando trampas de nieve y posibles avalanchas.

  • 2 Integrantes con equipo completo de seguridad; Pala, arva y sonda (además cuentan con más nivel de esquí y crampón de rando)
  • 1 Integrante sin equipo completo de seguridad; Pala, arva y sonda (menor nivel de esquí y sin crampón de rando)

Solución:

¿Lo descubriste?, R: “al ritmo del más lento”. Busca un lugar donde el riesgo de avalanchas sea mínimo o nulo, recuerda que uno del equipo no cuenta con los materiales para ello. En el ascenso las 2 personas con crampones, ¡no los utilizan!, quizás ni siquiera los llevan por considerarlos extremadamente peligroso para el integrante que no cuenta con ellos, esto pasa a ser un filtro y cuando las personas con más conocimiento determinen que la nieve venteada es riesgosa, el equipo en conjunto se sacara los esquís y subirá por la nieve dura con crampones normales de montaña y piolet, si es necesario. Es aconsejable en el trazado de ruta considerar la exposición de caída, si es directa a un roquerío o remata en una pendiente llana, el nivel de consecuencia podría ser bastante diverso.

2.- “Lo primero el senderismo o trekking, realizar varias salidas menos técnica, aprender bien a caminar en el cerro, poco a poco recibir instrucción y al momento de encontrarse más preparado abordar desafíos más osados”.

En la charla ciertamente llamaba la atención las indumentarias con la que contaban los expedicionarios en  el 66, ropa y materiales técnicos hechos por ellos mismos, ante las condiciones climáticas de la Patagonia, por lo bajo podríamos calificar como avezados, pero lo cierto y realmente importante es el recorrido de los expedicionarios, es decir su trayectoria y vasta experiencia en montaña. En ella radica la hazaña deportiva, aun no repetida en la actualidad, en la capacidad que contaban estos 3 andinistas para enfrentar un desafío de alto nivel, mirar el terreno y saber reconocer a la perfección el suelo que estaban pisando.

En aquel entonces, el poder acceder a estas empresas deportivas lideradas por andinistas como Eduardo García, requería un gran esfuerzo, sólo demostrado con complejas ascensiones como la pared sur del Casa de piedra (embalse del yeso). Este tipo de enseñanza transgeneracional del andinismo chileno, tenía casi un carácter de arte marcial, en el que el maestro mostraba las diversas técnicas y solo en el momento indicado abría un umbral al siguiente peldaño.

¿Y ahora?, ¿verás el último video de Alex Honnold en you tube y te vas a la roca?, o ¿piensas descargar el manual de montañismo de la página extreme.com?, o ¿tomaras un curso con un instructor certificado? o saldrás con amigos del club o de algún lado que sepan más tú y poco a poco te sumergirás en un mar de conocimientos…  cualquiera que sea la respuesta considera lo siguiente…

 “El mejor montañista, no es el que tiene más primeras ascensiones,
sino el que sobrevive a ellas y puede mostrar las fotografías a sus nietos”.  J.A.

 

- Luis Latorre, Erling Villalobos y Osvaldo Latorre. En quebrada de Macul.

Luis Latorre, Erling Villalobos y Osvaldo Latorre. En quebrada de Macul.

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Erling Villalobos y Luis Latorre.

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La misma cordada, bajandodesde la cumbre.

DCIM100GOPRO

Esquiador Valle Condores, con 60 Km/hr

Por: Felipe González Donoso
Director Técnico Asociación Chilena de Guías Instructores de Montaña y Escalada ACGM A.G.